¿Podemos sentir gozo en medio de la prueba?

El mundo reconoce la palabra gozo como un sentimiento que se asocia a una situación buena que llega a sus vidas. Las personas se gozan con una buena noticia, con un regalo, con un bebé que aprende a caminar, experimentan felicidad.

Pero esta forma de ver el gozo es diferente a lo que nos enseña la palabra. El gozo bíblico es más que un sentimiento, es una actitud adoptada que es externa a las circunstancias, y que consiste en regocijarse en la fe de que existe una Esperanza de Gloria: Cristo.

Recordemos cuando el pueblo de Israel fue liberado y entró al desierto. Como se regocijaban y cantaban de gozo, aún sabiendo que tenían que atravesar el desierto. O también cuando Isaías, en medio del estado de opresión de Israel, escribe sobre el gozo que habrán de recibir en un futuro cuando se levante el Salvador (Jesus). Ambos escenarios tienen una característica en común: su gozo no depende de la circunstancia presente, sino que se produce por la gloria venidera. Estaban entendidos y su fe estaba puesta en un destino de triunfo.

Hoy nosotros tenemos una esperanza aún mejor, la esperanza de Gloria, Cristo en nosotros. Nuestro gozo hoy es un fruto del espíritu, es decir, es algo que se produce al portar a Cristo. Y al ser un fruto, es una señal de que tenemos madurez espiritual. Este gozo es irrevocable, nada ni nadie puede borrarlo. Ninguna persona o circunstancia tiene el poder de quitarte tu Gozo, fundamentado en Cristo.

Así que cuando escuchamos el consejo de "Gozarse en medio de la prueba", no es una frase irónica, sino que se trata de entender que independientemente del proceso, nuestro destino y plenitud es Cristo, y nos gozamos por eso. No por lo que está pasando, si no por lo que vendrá.

Todo esto no nos quita el derecho de expresar nuestros sentimientos ante la prueba o la dificultad. Recordemos al Apóstol Pablo cuando dijo <<entristecidos, mas siempre gozosos>>.

Esto nos dice que reprimir el dolor no es saludable. Siempre es necesario expresar y pedir consejo, pero entendiendo que, externo a la circunstancia, la esperanza de gloria es Cristo, y es en esta promesa en donde encontramos gozo.

Me alegro cuando sufro en carne propia por ustedes, porque así participo de los sufrimientos de Cristo, que continúan a favor de su cuerpo, que es la iglesia. Dios me ha dado la responsabilidad de servir a su iglesia mediante la proclamación de todo su mensaje a ustedes. Este mensaje se mantuvo en secreto durante siglos y generaciones, pero ahora se dio a conocer al pueblo de Dios. Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria. Colosenses‬ ‭1‬:‭24‬-‭27‬ ‭NTV‬‬